Tormento hay dentro mí…
Te dejo… me marcho lejos…
Al Mare Nostrum,
Allí montare mi Jaima… otra
Con el mismo espíritu…el tuyo
Llegue a ti roto, sin consuelo,
Con la vida hecha pedazos,
Sin rumbo… confundido,
Me acogiste y con tu aliento
Uniste las fracturas de mi vida
Fuimos un equipo insuperable
Con un espíritu…
“El de la Jaima”
Y a todos hicimos participes
Me dijiste que podía amar…
Y amé…intensamente
Que podía llorar…
Y lloré…amargamente
Acogimos a la tristeza,
A la amargura y al desconsuelo,
Al olvido, a la angustia
A la soledad y a la pena
A la alegría y también a la felicidad
Fuimos compañeros,
Amigos y consortes,
Amantes y
además confidentes
Tuve el placer de expresarme,
Juntar letras, escribir,
Componer poemas
Salían de lo más profundo,
De lo más íntimo de mis secretos,
Contigo brotaron mis sentimientos
Poemas al amor…al desamor
A mis seres queridos,
A los amigos y
amigas,
A un pueblo, a unos ojos
A la tristeza y a la nostalgia,
A lo pretérito y a una utopía
A un poeta y su sueño
A unos Ángeles sin alas
A mi único y amor eterno
A sus caricias
con besos de sal
Al hijo que nunca tuve,
Y aquel que se me fue,
A la flor del azahar
Que embrujaba con su aroma
Fuimos compañeros de risas,
De llantos y de
miedos,
Compartimos el calor y el frio
Me acogías en tu penumbra
Arrullándome en los silencios
Envolvías mi
cuerpo tiernamente
Regalándome tú esencia, tu vida
Una etapa se cierra en mi vida
No hay vuelta atrás,
Lo bueno queda, lo malo ya paso
Me quedan tus recuerdos
Mi vida en ti.
Otros vendrán tras de mi
Muéstrales el espíritu
“El de la Jaima”
Adiós mi Jaima…Adiós
Adolfo